Hace un tiempo tuve que permanecer
en reposo, y aproveché para culturizarme…en el sentido más amplio de la
palabra. Todavía no me había entrado la fiebre de la escritura, así que me puse
al día con series, películas, libros y todo tipo de programación que emitían
las cadenas, hasta tal punto que acabé enganchada a un serial sobre el
nomadismo en Inglaterra y sus costumbres. Mi gran boda gitana versión anglosajona.
Recuerdo todavía asombrada sus celebraciones “a lo grande” por llamarlo de
alguna manera, de bautizos, comuniones y bodas…bueno y qué decir del cortejo
dónde casi “tienes que pegar a una mujer para que se deje dar un beso”.
Un día entró
mi hija al salón y se quedó mirando maravillada el vestido nupcial de una joven
adolescente el día de su boda. No tendría palabras para describirlo, parecía
pesar más de veinte kilos, capas y capas de seda, satenes, brocados y encaje en
color rosa chillón del que asomaban dos alas (sí alas) a las que se había
prendido una especie de fuegos artificiales. Solo deciros que las damas de
honor enarbolaban como el complemento del año extintores gigantes.
—¿Me
comprarás un vestido de princesa como el de esa niña?—preguntó mi hija con una
mirada de embeleso.
—Nunca—contesté
horrorizada.
—Tu
vestido de novia es mucho más feo que ese—rebatió ella cruzándose de brazos
enfadada.
Sencillamente,
no tuve nada que objetar, si lo comparábamos, obviamente perdía mucha gracia
sin fuegos artificiales adornando mi tocado.

Quizás
porque no es una historia típica o porque permanecían en mi memoria los
recuerdos de aquel programa histriónico, o porque la autora ha sabido novelar
una historia que gana fuerza a cada página y que acabé devorando. O porque no
me quito de la cabeza la canción Spanish Lady…
—Que
sí.”
Pues
lo dicho, que me voy corriendo a ver de nuevo Shame, que me ha entrado el mono
de Michael.
“—Nah…
—Que
sí, que sí…”
Y
remarco, no contaré más porque como he dicho otras veces no tengo la capacidad
de reseñar, solo ofrezco mi humilde opinión. Y es esta: tenéis que leerla, os
gustará, estoy segura de ello.
“—Nah…
—Que
sí, que sí ¡que sí!…”
Caroline March
4 comentarios:
Gracias por la recomendación! Me ha parecido un libro diferente y transgresor. Estaré encantada de leerlo.
Leí Spanish Lady cuando Claudia lo publicó y según terminé de leerlo empecé a leerlo otra vez, eso mismo me ha pasado con tu libro Mi alma gemela!!!
A lo mejor no se parecen en nada pero con ambos he sentido lo mismo.
Los dos son de esos libros que te tocan el alma, sé que suena muy cursi pero así es!!!
Me han encantado y en cuanto tengo ocasión se los recomiendo a todo el mundo.
Desde aquí os felicito a las dos (aunque ya lo he hecho por face), ójala tuviera el don de la palabra y pudiera expresar tan bien como vosotras todo lo que me habeis hecho sentir al leeros!!!
Leer es un placer, sobre todo leer libro como los vuestros. Gracias por compartirlos con todas nosotras!!!!
Gracias Marisa <3 <3 <3
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